sábado, 15 de septiembre de 2018

LA NASA ENVIARÁ AL ESPACIO UN LÁSER PARA MEDIR LA PROFUNDIDAD DEL HIELO

La NASA se prepara para lanzar éste sábado un nuevo láser espacial, éste es el más avanzado creado por los ingenieros espaciales y se utilizará para medir las profundidades de hielo del planeta. 

El nuevo láser es el ICESat-2, el cual es del tamaño de un carro pequeño (aproximadamente) y pesa alrededor de media tonelada, éste será lanzado en un cohete Delta II, desde la Base Aérea Vandenberg, en California, una misión de 1.000 millones de dólares.

La ventana de lanzamiento de 40 minutos se abre a las 05H46 locales (12H46 GMT). La misión es “excepcionalmente significativa para la ciencia”, dijo el ejecutivo del programa ICESat-2 de la NASA Richard Slonaker, a periodistas de cara al lanzamiento. 

La importancia de éste proyecto, es debida a que ha pasado casi una década desde que la NASA tuvo un instrumento en órbita para medir la elevación de la superficie de las capas de hielo en todo el globo. Pues la misión anterior, la ICESat, se lanzó en 2003 y finalizó en 2009. Gracias a ella los científicos descubrieron que el hielo marino se estaba reduciendo y que la capa de hielo estaba desapareciendo en las zonas costeras de Groenlandia y la Antártida.


Desde 2009, se llevó a cabo la operación IceBridge, en la cuál han enviado un avión especial a volar sobre el Ártico y la Antártida para realizar mediciones de de altura y de los cambios en el hielo. Pero sólo ofrece datos superficiales, por lo que un nuevo láser que pueda analizar a fondo, es imprescindible. 

Puesto que la dependencia constante de la Humanidad de los combustibles fósiles para producir energía ha supuesto que los gases de efecto invernadero que calientan el planeta aumenten continuamente. Debido a esto, las temperaturas promedio globales suben año tras año, como resultado cuatro de los años más calurosos en los tiempos modernos han sido entre 2014 y 2017.

La capa de hielo en el Ártico y Groenlandia se adelgazando, lo que se suma al aumento del nivel del mar que amenaza a cientos de millones de personas a lo largo de las costas. 

El ICESat-2 ayudará a los científicos a entender hasta qué punto el derretimiento de las capas de hielo está contribuyendo al aumento del nivel del mar.

“Vamos a poder ver específicamente cómo está cambiando el hielo en el transcurso de un solo año“, dijo Tom Wagner, científico del programa de la criósfera de la NASA. 

Los datos con esta precisión más los recolectados en años anteriores deberían permitir que los científicos avancen en la comprensión del cambio climático y así mejorar las previsiones de aumento del nivel del mar, sostuvo.

Láser avanzado

ICESat-2 está equipado con un par de láseres, uno como respaldo, que son mucho más avanzados que los de la misión anterior de ICESat. Aunque es poderoso, el láser no será lo suficientemente caliente como para derretir el hielo desde su punto de observación, a unos 500 kilómetros sobre la Tierra, explicó la NASA. 

El nuevo láser enviará 10.000 pulsaciones por segundo, en comparación con el ICESat original que enviaba 40 por segundo. 

El resultado es un grado de detalle muy superior: la diferencia es parecida a la que hay entre tomar 130 imágenes de un campo de fútbol, en comparación con una foto desde cada arco. 

Las mediciones se tomarán cada 0,7 metros a lo largo del trayecto del satélite. 

“La misión reunirá suficientes datos para estimar el cambio anual en la elevación de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, incluso si es tan pequeño como cuatro milímetros, el ancho de un lápiz No.2″, afirmó la agencia espacial estadounidense en un comunicado. 

El láser medirá la inclinación y la altura del hielo, no solo el área que cubre. 

“Una de las cosas que estamos tratando de hacer es conocer el cambio que está ocurriendo internamente en el hielo, y esto va a mejorar enormemente nuestra comprensión de eso, especialmente en áreas donde no sabemos qué tanto está cambiando ahora mismo”, dijo Wagner, señalando que las  profundidades de la Antártida aún son un misterio. 

La misión debe durar tres años, pero el aparato tiene combustible suficiente para seguir por 10 si se decide extender su vida.