jueves, 12 de junio de 2014

Cómo es el exoesqueleto del paciente parapléjico que dió inicio al Mundial

Luego de mucha incertidumbre sobre si se cumplirían los tiempo o si el mecanismo funcionaría correctamente, un parapléjico –vistiendo un sofisticado exoesqueleto- fue el encargado de dar el puntapié inicial de la Copa del Mundo Brasil 2014.


ELCOMERCIO-UNIVISION

El aparato BRA-Santos Dumont 1 fue desarrollado por el neurocientífico Ivan Nicolelis, como parte del programa "Andar de Novo" (Volver a Caminar), el cual haría que los parapléjicos puedan utilizar este equipo, controlado a través de actividad cerebral, para volver a mover sus piernas.

Un poco sobre el desarrollo del Exoesqueleto

“Lázaro, levántate y anda”. Toda una resurrección. Andar de nuevo. El Mundial de Brasil arranca hoy con toda la pasión por el fútbol pero también con un avance tecnológico al borde del milagro como el de Jesús con su amigo. Un paciente parapléjico dará el puntapié inicial al primer juego ayudado por un exoesqueleto construido por científicos brasileños, franceses, suizos y estadounidenses.

Unas 70,000 personas lo estarán mirando en el estadio Arena Corinthians a las 5 pm hora local y millones más en el resto del mundo. Miguel Nicolelis, el científico brasileño que encabeza el equipo que durante 10 años trabajó en esta idea, explicó que se espera que el paciente, que llegará en silla de ruedas, se ponga de pie, camine unos 25 metros (unos 82 pies) en el campo de São Paulo y patee la pelota, dando inicio a la Copa Mundial de la FIFA 2014.

El proyecto Andar de Novo o Walk Again Project  (andar de nuevo) experimentó con 8 pacientes de entre 20 y 35 años y uno de ellos será el elegido para dar el puntapié inicial al partido Brasil-Croacia.
El exoesqueleto pesa unos 70 kilos (casi 155 libras) y mide 1.78 metros (unos 5 pies y 11 pulgadas) y tiene una batería que le da una autonomía de movimiento de dos horas. Es controlado por las actividades cerebrales del paciente, que también recibe señales sensoriales de la máquina.

El paciente usa un casco con 32 electrodos por el que transmite las ondas cerebrales a una computadora que carga en una mochila o morral. A su vez, la computadora transforma esas señales en instrucciones para los pistones hidráulicos que son responsables de los movimientos de las piernas mecánicas sobre las que se yergue el paciente. Una serie de giroscopios ayudan a mantener el exoesqueleto balanceado.
El “milagro” de hoy no solo ocurrirá en el cuerpo del paciente sino también desde el exterior. Un sensor en el exosqueleto –implantado en las mangas del traje robótico- va a captar el ambiente alrededor para reproducir las sensaciones que experimentan los seres humanos. Sensores de presión, temperatura y vibración intentarán que el paciente vibre al ritmo de los espectadores, aunque no se sabe aún hasta qué punto será capaz de sentir ya que no se han podido reproducir las mismas condiciones de un estadio enloquecido de pasión.
Al tocar el suelo, el exoesqueleto pone en marcha un vibrador conectado al brazo del paciente. La idea es que el cerebro asocie estas vibraciones al movimiento de las piernas para que la persona vuelva tener la impresión de sentir sus piernas y pueda dar las órdenes de caminar al equipo.

La paraplejia o paraplejía es una enfermedad que afecta la parte inferior del cuerpo y la deja paralizada, impidiendo que la persona sienta cualquier tipo de estímulo o tenga cualquier clase de funcionalidad. Las causas pueden ser traumáticas (una lesión en la médula espinal) o congénita (por una enfermedad como por ejemplo la espina bífida). Cuando además de las piernas se ven afectados los brazos, la enfermedad se conoce como cuadriplegia o tetraplegia.

El exoesqueleto es fruto de la última tecnología. Fue construido en diferentes países y varias de sus partes son producto de impresoras 3D que trabajan con plásticos especiales, además de metal y aluminio.
La investigación del exoesqueleto es fruto de una colaboración internacional el Centro de Neuroingeniería de la Universidad de Duke en Estados Unidos , donde Nicolelis trabaja con la ayuda de financiación externa, el Instituto Internacional de Neurociencias de Natal (IINN), la Universidad Técnica de Múnich, el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausanne, la Universidad de California, Davis y de la Universidad de Kentucky. El gobierno de Brasil ha aportado 33 millones de reales o casi 15 millones de dólares al proyecto.

Según informó Nicolelis en su cuenta de Facebook , el paciente que de la patada inicial  llevará un pañuelo que perteneció a Alberto Santos Dumont, un pionero de la aviación, inventor e ingeniero brasileño. Y a quien se le atribuye ser el primer hombre en despegar a bordo de un avión, impulsado por un motor aeronáutico, y en cumplir un circuito preestablecido. Otro símbolo más para el inicio de la Copa.  
A pesar del avance, algunos investigadores, según publicó la prensa brasileña, se mostraron escépticos con el proyecto. Muchos temen que la excesiva exposición que le dará la inauguración del Mundial podría llevar a malos entendidos. Los expertos son muy cuidadosos. No quieren que otros pacientes o sus familiares crean que la tecnología ya está disponible para su uso masivo. El propio Nicolellis predice que se necesitarán otros 20 años antes de tenerlo listo para uso médico.

“Nuestra intención es mantener a todo este equipo, seguir trabajando con el gobierno de Brasil y con nuestros socios, para alcanzar el objetivo final, que es crear un traje para que cualquier paciente con una lesión en la médula espinal pueda aprovechar. No sólo los pacientes parapléjicos, sino también para los pacientes con tetraplejia, que tienen el cuerpo paralizado. Lo que queremos es utilizar la apertura de la Copa del Mundo para mostrar al mundo que nos estamos acercando", dijo Nicolelis. Este es sin duda su primer paso.