FIDEL SALGUEIRO
A comienzos de 2009, el Congreso de EEUU encomendó a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) el desarrollo de un Plan Nacional de Banda Ancha para garantizar que todos los estadounidenses tuviesen acceso a ese servicio. Exigió además que ese plan incluyera una estrategia detallada para lograr la viabilidad económica y maximizar el uso de la banda ancha para realizar progresos en «el bienestar del consumidor, la participación civil, la seguridad pública y nacional, el desarrollo de la comunidad, el servicio de atención médica, la independencia y eficiencia de la energía, la educación, la capacitación laboral, la inversión del sector privado, la actividad empresarial, la creación de empleos, el crecimiento económico y otros propósitos nacionales».
El 13 de junio de 2012, el presidente Obama anunció un plan para extender la banda ancha inalámbrica para interconectar 98% del territorio nacional, un proyecto en el cual el Estado norteamericano planeaba invertir 18.000 millones de dólares en un lapso de 5 años. El propósito es alcanzar el liderazgo mundial en esta área.
Experiencias similares se encuentran en Corea del Sur, Unión Europea e India. El tránsito para ser un país desarrollado ha ido cambiando en el mundo. Las naciones han pasado de la economía de lo tangible, hacia modelos cada vez más difíciles de vislumbrar. La noción de lo intangible juega un rol en la prosperidad de las naciones, ya que existe una relación directa entre la innovación y el desarrollo, y estas tienen su origen en el uso inteligente de la información y el conocimiento.
Los avances tecnológicos brindan una extraordinaria oportunidad para incrementar los niveles de inclusión digital y en consecuencia acceder a la sociedad de la información, la idea que prevalece es la de crear un plan nacional de conectividad y acceso a la banda ancha, que llegue a todos los ciudadanos y a todos los rincones del país.
Para comprender la forma en la cual debe evolucionar esta transformación, es importante entender las fuerzas que determinan el ecosistema de banda ancha: aplicaciones y contenidos, redes de acceso, espectro y un modelo de conectividad. Su completa integración depende de los siguientes aspectos:
- Visión de largo plazo: que permita desarrollar un plan estratégico de desarrollo de la banda ancha, en un marco centrado en los ciudadanos para desarrollar una red de servicios ofrecidos entre el gobierno y los operadores que potencie la interoperabilidad de los servicios, e involucre proveedores de equipos, formas de financiamiento y mecanismo de acceso a los equipos de usuario, puntos de acceso a la red, basados en WiFi y en el espectro de 700-800 MHz (liberados este último a raíz de la migración de la televisión digital), y cuente con la participación de todos los operadores.
- Marco regulatorio: desarrollo de una política pública que permita crear los incentivos para la competencia, la inversión, la participación del Estado, la asignación eficiente del espectro electromagnético. Desarrollar una nueva política regulatoria para la banda ancha y para la convergencia de la red, que garantice el uso de la tecnología IP y la interconexión de redes en esa modalidad, que a su vez promocione un fuerte ambiente competencia entre diferentes plataformas de tecnología, con incentivos del Estado, tanto en impuestos como en subsidios, donde sea necesario. Cambio en la visión del servicio universal.
- Plan de estímulos e incentivos: desarrollo de un plan de estímulos e incentivos, que permitan la implementación de alianzas público-privadas para apoyar el acceso a banda ancha y al equipamiento en zonas rurales y de menores recursos, e incluya escuelas y servicios de emergencia, con financiamiento de la infraestructura de acceso o de los servicios de backhaul y permita desarrollar una infraestructura robusta de backbone de alta velocidad a escala nacional, complemento de los actuales desarrollos de fibra óptica llevados adelante por el Estado venezolano, que sea financiado con fondos provenientes del servicio universal. Impulsar créditos especiales y precios bajos para promover la adquisición de computadores o tablas en los sectores de bajos ingresos. Financiamiento directo para el desarrollo de aplicaciones y contenidos, así como facilitar el desarrollo de servicios como la voz sobre IP y otras aplicaciones de valor agregado, desarrollando a su vez políticas de incentivos y obligaciones para promover la adop ción de la banda ancha, como por ejemplo establecer la obligación de servicio universal para todos los operadores en todas las escuelas del país. Amplia disponibilidad de dispositivos de acceso a banda ancha, como computadores, teléfonos inteligentes, tablas, etcétera.
INTERNET COMO MOTOR
Los economistas Timothy Bresnahan y Manuel Trajtenberg en su trabajo «General Purpose Technologies «Engines of Growth?» expresaban: «Aparentemente, fueron unas pocas tecnologías clave las que impulsaron el progreso tecnológico y el crecimiento económico; las llamamos tecnologías con propósitos generales (General Purpose Technologies, GPT, por sus siglas en inglés). La máquina de vapor y el motor eléctrico posiblemente hayan tenido un papel fundamental en el pasado, mientras que los semiconductores y las computadoras posiblemente tengan el mismo papel en nuestra era. Las GPT se caracterizan por su dominio (se usan como factor de producción en muchos sectores de comercialización), el potencial inherente para mejoras técnicas y las complementariedades innovadoras, lo que significa que la productividad de investigación y desarrollo en los sectores de comercialización aumenta como consecuencia de la innovación de las GPT».
Para los autores, Internet tiene las características de GPT, ya que empresas de todo tipo y tamaño la usan para mejorar sus procesos: compras, administración de la cadena de distribución, investigación de mercado, ventas, administración de activos, soporte al cliente, etc. Y en consecuencia ha impulsado mejoras de des- empeño; por ejemplo, la velocidad de conexión de banda ancha promedio de los Estados Unidos creció más de 20% por año en los últimos tiempos. Estas mejoras impulsaron la tecnología y la innovación de las empresas en otros sectores, como el médico, la educación, la energía, el comercio en línea y el gobierno.
BANDA ACELERADORA
El acceso a la banda ancha puede ser una plataforma para una importante transformación económica, cultural y social, la cual supera la distancia, trasciende las limitaciones de los alrededores físicos de cada persona y sobre todo ayuda a crear oportunidades.
El costo de la exclusión digital es grande y se manifiesta en la forma de oportunidades perdidas. A medida que más aspectos de la vida diaria se muevan en línea, las alternativas desaparecen y la variedad de opciones disponibles para las personas sin banda ancha y los beneficios en innovación que genera su masificación desaparecen.
Una característica del sector telecomunicaciones venezolano, desde el año 93, es la poca discusión que él genera en el debate electoral, tal vez se ha asumido que aporta altos ingresos al PIB y por ello ningún candidato, desde esa época hasta el presente, ha presentado una iniciativa para el acceso a internet y la universalidad de la banda ancha, la innovación y el desarrollo, salvo iniciativas desconectadas unas de otras en Ciencia y Tecnología. Curiosamente en EEUU, durante el mismo periodo, esta ha sido una preocupación, incluso durante la peor crisis desde 1928.
Está claro que el desarrollo nacional de cualquier país, y en el caso particular del país norteño mantener su liderazgo mundial, pasa por tener un plan nacional de conectividad de banda ancha mucho más concreto y conectado con la realidad, que el grandilocuente proyecto de Ciencia y Tecnología 2013-2019, esperemos que podamos alcanzar tan ambiciosa meta, en este ciclo que recién se inicia, el país lo necesita.
Fuente: InsideTele.com
