domingo, 8 de febrero de 2015

Servidores orbitando en el espacio, el siguiente paso de la programación en la nube

Las granjas de servidores consumen el 10% de la energía de todo el planeta. La colocación de estos servidores en satélites facilitaría la refrigeración de los mismos, su rendimiento y, además, no consumiría energía terrestre. Los científicos barajan la hipótesis de que un entorno sin gravedad mejoraría el funcionamiento del hardware o, incluso, el aumento de la velocidad de conexión.

FUENTE: 20MINUTOS.ES

Situar sevidores en los satélites que orbitan alrededor de la Tierra, en el espacio, es el objetivo que se plantea convertir en realidad la compañía estadounidense ConnectX, que pretende revolucionar la manera de almacenar, transmitir y analizar la información a través de esta idea innovadora. Así lo ha anunciado Lance Parker, el CEO de la empresa, a la revista Fortune, donde ha asegurado que la idea de colocar servidores físicos operativos en órbita alrededor del planeta es el siguiente paso de la programación en la nube, y que ahora pretende abordar su empresa. La colocación de estos servidores en órbita facilitaría, según ConnectX, la refrigeración de los mismos, así como su rendimiento. Pero lo más interesante es que debido a las gélidas temperaturas que se registran en el espacio (-180 ºC), donde no hay humedad, no sería necesario situar este tipo de infraestructuras en los círculos polares, como, por ejemplo, Facebook.

Aunque una de las ventajas más significativas es que los servidores espaciales no consumirían energía terrestre, ya que las placas solares permitirían un funcionamiento autónomo del sistema; un verdadero avance si se tiene en cuenta que las granjas de dichos aparatos consumen el 10% de la energía de todo el mundo. Los científicos barajan, además, otro tipo de hipótesis, como que un entorno sin gravedad mejoraría el funcionamiento del hardware o, incluso, el aumento de la velocidad de conexión. Según informa la misma revista especializada, el CubeStat, un tipo de satélite en miniatura, costaría en torno a los 100.000 dólares (unos 88.000 euros). A pesar de todas las ventajas que enumeran en el artículo, la compañía se enfrenta ahora a un problema mayor: ¿quién repará las máquinas en caso de que se produzcan errores informáticos en el espacio?