lunes, 30 de julio de 2012

Los ciclos de cambio e innovación del sector: Cuando las distancias tecnológicas se estrechan



FIDEL SALGUEIRO
 
La innovación se ha convertido en un elemento fundamental del desarrollo de las telecomunicaciones, ubicándose en los últimos treinta años como parte de los motores de la transformación del mercado mundial. Este proceso se ha convertido en permanente y sistemático, y ha permitido entre otras cosas acortar los ciclos de desarrollo tecnológico, de una manera tal que tecnologías que en un momento fueron consideradas premonitorias han terminado por salir del mercado o incluso por desaparecer antes de su consolidación. Tal es el caso de MMDS, LMDS, y más recientemente CDMA/WCDMA y WiMAX.
Los últimos treinta años han generado en las telecomunicaciones una mutación profunda, en términos de procesos, productos y servicios y estructura competitiva, de ahí que se haya vuelto un sector que con frecuencia, y en periodos muy cortos, sus entornos competitivos hayan regresado a cero y sobre ellos aparezcan nuevos jugadores y nuevos liderazgos. Ha sido el caso de Cisco, Skype, Qualcomm y Apple, solo por nombrar algunos.
El ingreso de nuevas empresas, con varios segmentos en desarrollo, creó un nuevo régimen de innovación, investigación y desarrollo. Ahora, son los proveedores el centro de la innovación, y los operadores establecidos menos activos en esta área.
Los entrantes son igualmente mucho menos intensivos en I+D o bien no realizan tales actividades. Se vuelve vital la relación proveedor-operador tanto para la innovación como para el aprendizaje, pero pone presiones adicionales en todo el ecosistema. Operadores y reguladores se mueven al ritmo de los fabricantes.
CUATRO CICLOS
Dentro de la industria se pueden apreciar cuatro grandes «ciclos de innovación». El primero ocurre con la invención del teléfono hasta finales del siglo XIX, 60 años, vinculado con los desarrollos iniciales del teléfono y los aspectos a resolver para lograr la conexión telefónica.
El segunda ciclo va desde 1910 hasta principios de la década de los cuarenta, 40 años, explicado fundamentalmente por los desarrollos de la automatización en la conmutación y la aparición de las microondas.
El tercer ciclo va desde de finales de la década de los setenta hasta el año 2000, 30 años, muy vinculado al fenómeno de la digitalización, la microelectrónica y su combinación con las tecnologías IT y los avances en la fibra óptica.
El cuarto ciclo se extiende desde el año 2000 hasta el presente, escasos 12 años; en este último la tecnología IP, los accesos inalámbricos y el uso del software como elemento de integración de las redes son los preponderantes.
Se trata de cuatro grandes ciclos, que han generado impactos en el desarrollo de los sistemas de conmutación, transmisión, acceso y gestión. Su mayor expresión es el desarrollo de redes por software.
PASO AL MUNDO DIGITAL
Hasta la década de los setenta la tecnología analógica era la que dominaba en la conmutación, y había una correspondencia directa con el servicio de voz. Esto se mantuvo hasta el año 2000 con la entrada de las centrales digitales. Del lado del acceso predominaba el cobre y desde el punto de vista de la conmutación, la señalización y control estaban en un mismo plano, donde predominaban los estándares de la UIT.
Con el nuevo siglo se concreta la convergencia con una de las tecnologías de mayor impacto, el Internet y el protocolo IP, y el negocio cambia. Ahora la señalización y control se encuentran en planos separados, y la tecnología IP está presente en el acceso. Es el caso de WiMAX y LTE (IP Móvil) y se presenta por primera vez una transición de un modelo vertical de prestación de servicios hacia otro de tipo horizontal. Esta es la base para entender por qué los ciclos de tecnología empezaron a acortarse y hacer que tecnologías que parecían prometedoras salieran del mercado en lapsos inferiores a los cinco años.
La tecnología IP creó un puente para facilitar la interoperabilidad entre redes diferentes y generar un efecto para la estandarización, y en consecuencia incrementar la competencia entre redes, tecnologías y servicios. Redes de datos, como Frame Relay y ATM, sucumbieron ante la tecnología IP. En el caso de las redes de acceso, ocurre el boom de lo inalámbrico para atender la creciente demanda IP, pero igualmente es donde se pueden encontrar los fracasos más estrepitosos, alguno de los cuales los hemos vivido muy de cerca en Venezuela. Tecnologías como LMDS, MMDS y más reciente el CDMA/WCDMA y WiMAX (las dos últimas sin poder ser consideradas un fracaso) salen de la escena y empiezan a ser sustituidas a escasos diez años de su lanzamiento por redes TD-LTE.
LOS GRANDES FRACASOS
En el caso del LMDS y el MMDS, en 1997, por acciones del Congreso y la FCC de EEUU, se definieron tres bandas de frecuencia para los servicios de banda ancha: 5.8 GHz para la NII (National Information Infrastructure), 2.5 GHz para MMDS (Multichannel Multipoint Distribution Service) y un tercer conjunto de bandas entre 27 y 31 GHz para LMDS (Local Multipoint Distribution Services).
Para la fecha las tecnologías VDSL (Cable Modem) y ADSL estaban en etapas de normalización, y pocos sistemas propietarios e incompatibles entre sí daban servicios en los mercados de telecomunicaciones y TV Cable. La FCC subastó, entre 1998 y 1999, 986 licencias para LMDS en todo el territorio estadounidense. En Venezuela en 1996, se adjudicaron de modo directo por Conatel las bandas de 26 y 28 GHz, y terminaron por ser adquiridas por Bell Canada a los concesionarios originales.
La capacidad de LMDS para crear redes con estructuras celulares y equipos (CPE) en los clientes para Internet y el video, atrajo a numerosas empresas, entre ellas Nortel, que implementó en Venezuela, para Genesis Telecom, su sistema propietario en la banda de 26 GHz. El uso de TDMA/FDMA y la cobertura de 3 a 5 km, brindando múltiples accesos entre 64 Kbps y 10 Mbps, con línea de vista (LOS) entre CPE y la estación base, superaban prestaciones de otras técnicas de acceso.
En 1999 los ingresos en EEUU era de unos 767 millones de dólares, y se esperaba para el año 2003 un crecimiento diez veces ese valor y una participación de mercado de 40% en LMDS, 48% en MMDS y 12% en tecnologías alternativas. Compañías como Teligent, NextLink y Winstar comenzaron con gran despliegue publicitario, pero LMDS falló en términos de costos y eficiencia espectral, en particular por los cambios de parámetros de consumo que estaba introduciendo el acceso a Internet. El operador más grande de EEUU (Advanced Radio Networks), que apostó a crear una red nacional, quebró en el 2001. Similar situación se repitió en varios países, entre ellos Venezuela.
Otro tanto ocurrió con MMDS y FWA o WLL (Wireless Local Loop) en la banda de 3.5 GHz. Sprint, AT&T y MCI WorldCom hicieron importantes inversiones en licencias MMDS, y terminaron por abandonar sus proyectos por altos costos y baja eficiencia espectral, llevando a la quiebra a numerosos fabricantes. La falta de despliegue encareció el costo de los CPE y los problemas de eficiencia espectral alejaron a los clientes.
A fines de los 90´s se estableció el comité IEEE 802.16 para normalizar LMDS y MMDS. En el año 2001 lanza un estándar inicial que fue ignorado por una industria, llena de soluciones propietarias e incompatibles. El comité IEEE comenzó a explorar en aplicaciones entre 2 y 66 GHz, de servicios móviles, nuevos esquemas de modulación y codificación, QoS (Quality of Service) garantizado, seguridad y privacidad e interoperabilidad con las normas europeas (ETSI BRAN) y utilización de bandas de uso libre, clave del éxito de WiFi.
De esta manera nace WiMAX, una promesa impulsada, entre otros, por Intel, para ofrecer soluciones de banda ancha. Su elemento distintivo era ser la primera red de acceso basada completamente en IP. Pese a ello su estándar fijo no terminó de cuajar, el mercado estaba presionando por una solución nómada, salen al mercado las versiones el 802.16e y 802.16 2004, y en el ínterin irrumpe en escena el LTE, impulsado por el consorcio 3GPP, tomando de WiMAX el OFDMA, la modulación 4G y afectando los despliegues HSDPA.
En el caso de CDMA, los fundadores de QUALCOMM postularon que la tecnología CDMA sería la base de las comunicaciones móviles por hacer un mejor uso del espectro que otras tecnologías, como el TDMA. Las primeras redes de CDMA fueron desplegadas comercialmente en 1995, con 10 veces más capacidad que redes análogas como el TDMA, incluyendo una mejor calidad de voz, cobertura más amplia y una seguridad más fuerte. Pese a ello problemas de derechos de propiedad intelectual y pago de royalties, entre otros, generaron detractores en la misma asociación GSM y el 3GPP. Es cuando entra en escena el LTE.
FUSIÓN Y CONCENTRACIÓN
Hoy una empresa como Ericsson, que había adquirido en el año 2010 los activos de Nortel de CDMA y LTE, reportó en el segundo mtrimestre de 2012, una caída de 63 por ciento en su beneficio neto al sufrir una disminución de 27% de las ventas en América del Norte, por un cambio de la tecnología de CDMA a LTE. Este es solo un ejemplo de este ciclo de cambio. Las consecuencias están a la vista. Proveedores con tradición se han fusionado, caso Alcatel y Lucent o Nokia y Siemens, empresas como 3COM y Nortel, salieron del mercado y otras como Amazon, Apple, Google e IBM, ganan espacio en el sector.
No es difícil imaginar lo que nos espera en los próximos cinco años. Se trata de una fusión entre la tecnología, la infraestructura y los servicios.

Fuente: InsideTele.com